Los tiburones financieros, Orizonia … «es el Balance, estúpido»

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Bill Clinton dijo «is the economy, stupid!», y yo me animo y digo «is the balance sheet, stupid!» Creo que es bueno hacer una reflexión más a fondo sobre el porqué de la caida de empresas.   Lamentablemente los casos de  Orizonia y Marsans dan para muchas clases de economía práctica y un buen caso de MBA, en el que se aprenderá de los errores, que enseñan a menudo mucho más que los aciertos! Igual me animo y lo escribo un día.

Recuerdo en el 2009 con el pánico bursatil como el CEO de una empresa cotizada en Londres, en un consejo de socios en el que formaba parte me preguntó informalmente cual era en mi opinión el factor más crítico para pasar la crisis.  La verdad es que no esperaba la pregunta, y divagué con los «clásicos»:  agilidad, valor añadido y rentabilidad, pero él me dijo que estaba equivocado, que en la crisis lo más importante era la caja … «Cash is the king my friend …», cuanta razón  tenía !

Las empresas se desarrollan en bonanza por la cuenta de resultados y si un tiburón financiero disfrazado de fondo de inversión te ayuda a crecer apalancandote fuertemente (endeudar con bancos) sin prestar excesiva atención al riesgo de balance (xq no es su riesgo, sino el del banco, empleados, clientes y proveedores), se está sembrando la caída futura cuando haga frío. Llega la crisis, y si no hay solidez, caen por el balance.  No importa tener EBITDA positivo, debe estar dentro de los ratios aceptables, y endeudar al máximo cierra empresas, porque provoca corte de crédito, y sin solidez de balance, vía reservas (activos)/caja eso  es el cierre.  La caída es incluso más dura para los trabajadores que saben tienen una cuenta de resultados sólida (o al menos no tan negativa como para cerrar), y no entienden ni esperan el cierre. Cuando se rompe la baraja del exceso de deuda, es imparable, ya que en muy poco tiempo se pasa a tener alta tensión de tesorería que lleva a engordar deuda operativa, pagando peor a proveedores,  aumentando por tanto la desconfianza y la salida cada vez es más difícil.

En ese deporte de locos que es buscar los límites del cuerpo humano en los records de apnea sin aletas, dicen que lo fácil es bajar … a partir de cierta profundidad, por la presión del agua se hunden en el abismo solos. Lo difícil es subir. Os pongo un impresionante video donde se ve que a partir de una profundidad se hunden sólos … algo así pasa con la deuda, llega un momento que salir de ese circulo vicioso es cada vez más difícil … la falta de crédito empuja a acciones para crear caja, que suponen menos EBITDA y por tanto más corte de crédito. Llega un momento en que la salida es muy difícil.

Orizonia, al igual que Marsans eran empresas viables. Por supuesto que estaban sufriendo tensiones de caja, pero no era por la evolución de su EBITDA, sino por las dificultades en su balance. Esta tensión provocó en ambas empresas en sus última fase una gestión diaria enfocada a la caja y no a la rentabilidad, y por tanto se oían a veces críticas fáciles y poco informadas: De Vibo decían «claro, haciendo 2×1 como no iban a cerrar», o la de algún descerebrado cuyo argumento contra Marsans era que «regalaban jamones». Ese no era el problema, era la consecuencia del problema. La presión de la caja empujaba a una política de crear caja como fuese, y una empresa como Orizonia o Marsans podían aguantar perfectamente con pérdidas unos años si tuviesen un balance sólido.  Estamos hablando de empresas que por su naturaleza, tienen durante medio año altos excedentes de caja, y por tanto nula necesidad financiera. Durante el otro medio, tienen importantes pérdidas y ese es el problema, necesitan financiación a falta de recursos propios.

En el caso de Marsans fué por el agujero causado por el quebranto de Air Comet, que le metió un agujero de 250 M de € por préstamos realizados, provocando una situación de quiebra en balance, y que le tumbó.  En el caso de Orizonia es parecido, pero diferente, un crecimiento en base a endeudamiento llevando a la empresa al límite del ratio Deuda/Ebitda en vacas gordas, viene la crisis, baja el Ebitda, y saltan todas las alarmas de los préstamos que crearon el grupo. El resultado final se sabe, cierre por falta de capacidad de pago, tras vender lo vendible a precio de saldo, pero eso ya era lo menos importante.

Luego hay una intrahistoria especialmente triste, y en la que el tiempo espero pondrá a cada uno en su lugar, con una oferta de Barceló, entrega posterior a otro postor que se retira posteriormente y la ha hecho caer. Creo que muy pocos saben todo lo que pasó, que si algún fondo no quiso una venta determinada por algún personalismo, que si eso empujó buscar otra alternativa. No se, desde luego que 5000 personas sufran de esta manera si se podía haber evitado es terrible.

Un gran cliente me contó el caso de su empresa, gran empresa cotizada española y con un porcentaje significativo en manos de los fundadores.  La empresa no tiene deuda, y además con un balance para presumir, algunos inversores reclamaron en la junta de accionistas el reparto de un dividendo extraordinario, endeudando la empresa hasta el múltiplo de EBITDA aceptado, y repartiendo la caja sobrante … de libro desde el punto de vista de optimización de capital … pero el Consejero Delegado contestó que no lo hacía porqué él prefería que todos, él incluido, pero también empleados, proveedores y clientes durmiésemos tranquilos.  Que visión! Un directivo no está sólo para optimizar, sino para garantizar la viabilidad futura de la empresa.  Claro, luego hay extremos, como  el de Apple, que no sólo gana 40.000 M $ año y con un excedente anual de caja mayor, sino que además tiene 130.000 M $ en la caja … eso si que es un colchón … su problema, y no es broma, es que no sabe que hacer con tanta caja … bendito problema!

Una cosa más, creo que España debe revisar la responsabilidad legal de los directivos. En otros países es más rigurosa, y hay obligación de alertar sobre los riesgos de balance, incluso aunque no se sea administrador, con responsabilidad patrimonial personal  (ej. Francia).

Por último, mucho ánimo a los empleados de Orizonia, yo también he estado allí, y se que se pasa mal. Al final nos creemos que las empresas son nuestras, y no lo son … mucha fuerza! Como vistéis en el video se sale.