Hace tiempo que no escribía en el blog, y como ha llovido mucho desde mi última entrada creo que es el momento de una «un poco» filosófica.
Al final la vida es un intercambio de tiempo para conseguir cosas, durante unos años se invierte tiempo en formarse, y luego en trabajos que reportaran un ingreso, un aprendizaje y una experiencia. El mundo ideal sería ser del todo feliz todo el tiempo. Los más afortunados son los que disfrutan en el trabajo y fuera de él, y viceversa. Pero la reflexión que quería hacer es la siguiente:
Hoy en día un trabajo es una bendición, con que ponerse muy exigente es poco realista, aún así siempre se puede invertir en facilitar un cambio. Invertimos tiempo en formarnos, y en nuestros trabajos, y hay ocasiones donde conoces personas de una valía profesional extraordinaria y simplemente están malgastando su vida por una mala decisión de carrera profesional. Por favor miremos siempre el trabajo como lo que es, pongo mi tiempo y esfuerzo, y recibo remuneración dineraria y no dineraria, la no dineraria no es sólo la plaza de parking y el ambiente laboral, incluye y mucho el futuro de cada uno! El futuro es la carrera profesional, el aprendizaje, etc. Los primeros años son muy importantes, elige bien la empresa, el sector, el jefe, si te vas a quedar muchos años van a marcar tu vida profesional. Si algo he echado de menos fue haber tomado más riesgos al principio de mi vida profesional … Los primeros diez años son fundamentales, es el momento de elegir, de cambiar sueldo por proyecto, y de arriesgar y apostar con cabeza.
Creo que el reparto que hacemos durante nuestra vida del tiempo dedicado a formación, ocio y trabajo está mal distribuido en España. Los primeros 25 años son buenos, pero mejorables, mucho tiempo a formarse y ocio, y poco trabajo, es la maravilla, pero a menudo sin dinero para poder formarse más (idiomas …) o divertirse más. Resultado, los padres tienen que trabajar mucho para formar y mantener a sus hijos, esto en algunos países está «algo solucionado», con préstamos para pagarse los estudios y con trabajos para pagarse los gastos … Aquí ni lo uno, ni lo otro …
De los 25 a los 65 se trabaja a destajo, y el tiempo de ocio y formación se reduce, una pena … Y luego de los 65 en adelante ni trabajo ni formación, sólo ocio. ¿No sería mejor compensar más las dedicaciones? De joven trabajar más, de adulto, más ocio, formarse más y reducir la parte del trabajo, especialmente desde los «cincuenta y» y estirarlo hasta los 70, pero con reducciones graduales de sueldo y responsabilidad, y poder formarse, disfrutar e ingresar durante toda la vida.
Y soy consciente de que la realidad es implacable, y mucha gente no puede cambiar, y que hoy un trabajo vale mucho. Que me disculpen la enorme cantidad de personas que están en situaciones difíciles, pero creo que nuestra aversión general al riesgo tiene parte de culpa de ser menos empleables, y como consecuencia directa el conformarse o no formarse, para cambiar. La tecnología hace que en puestos medios la curva de aprendizaje sea cada vez más corta, esto hace que haya que tener una constante curiosidad y ganas de cambiar, sino nos volveremos obsoletos con cierta facilidad.
Por último, el trabajo es un medio, no un fin … no lo olvidemos, aunque conseguir un trabajo que te haga feliz hace que no tengas que ir a «trabajar» el resto de tu vida, y no olvidemos que tu actitud en el trabajo es tuya y de nadie más!